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martes, 30 de mayo de 2017

Pesadillas

Una vez más creí que te habías ido para siempre, una vez más pensé y me convencí de que no volvería a ver esos preciosos ojos verdes ni en la peor de mis pesadillas. Y como siempre me equivoque.
Otra vez ese horrible sueño... ¿Cuantas veces lo he soñado en esta semana? ¿Dos? ¿Tres? ¿Podrían ser cuatro? La verdad es que he perdido la cuenta de cuantas noches me he despertado con la cara empapada, temblando y muerta de miedo, y aunque ese estúpidos sueño que tanto me atormentaba fuese igual todas las noches, el dolor ahora es mayor cuando despierto. Antes tenía la opción de llamarte y que me dirías que no pasaba nada que había sido sólo un sueño y que estabas ahí que nadie te iba a apartar de mi lado ni siquiera una maldita sombra. Pero ahora no... Es real, esa maldita pesadilla es real, te has ido y no te ha hecho falta ninguna sombra te has ido por tu propio pie. Así que aquí estoy tumbada en la cama, mirando al techo con la cara empapada de agua salada, temblando y muerta de miedo y aún peor sabiendo que la promesa de que ibas a estar siempre cuando tuviera pesadillas te la llevaste contigo y con esa maldita sombra.

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