Hoy vengo a escribirte a ti, que fuiste reina de tu casa y mamá de todo el que entraba por la puerta, pero sobre todo la mía, te sentía tan mamá como a mi madre de verdad. Me has cuidado, me has consolado y me has regañado cuando me lo he merecido. He corrido a llorar en tu hombro porque siempre tenias palabras de consuelo y siempre conseguías animarme, porque eras tan buena que tratabas a todo el mundo como si jamas te hubiesen hecho ningún daño, porque callabas y llorabas en silencio para que nadie se preocupara, porque tu estabas para todos aunque nadie estuviera para ti, por eso te escribo hoy a ti reina.
Nos has dejado muy sólitos aunque te siento a mi lado cada vez que respiro, sabemos que estas cerca porque nos persiguen las mariposas blancas, sabemos que eres una de ellas y que nos cuidas desde arriba.
Solo puedo darte las gracias por todo lo que has hecho por mi siempre, porque has sido madre y amiga, porque podía confiar en ti con los ojos cerrados, porque me diste lo mas bonito que me ha dado la vida que es una hermana que no es de mi sangre pero a la que quiero como si lo fuera.
Quizás basto que nos fuéramos esa noche para que tu decidieras irte, quizás no he tenido el valor de sentarme hasta ahora que quiero hablarte, contarte todo lo que me esta pasando.
Quiero que sepas que me llueven los recuerdos de todos los momentos que he vivido a tu lado, y que me quede con mil cosas que contarte, quiero que sepas que pretendo cumplir mi promesa y no romperla nunca, que te llevo muy dentro y que te quise y te quiero muchísimo, que para mi fuiste parte de mi familia porque la mejor familia es la que se elige.
Hasta pronto mami, vuela muy alto.
